Otra vez más, estamos de
vuelta en Pokhara, en nuestro particular campo base, donde aprovechamos para
descansar y nos encontramos con todos los demás piragüistas para contarnos
mutuamente las aventurillas de río.
Ya ha llegado Nacho, el cuarto
integrante del equipo, y seguimos entrenando para el Humla, y la verdad es que
poco a poco nos vamos sintiendo mucho más cómodos con todo.
Sabemos movernos mucho mejor en
el transporte local y le vamos pillando el truco al país. Ya pasamos de viajar
dentro de los autobuses y procuramos viajar en los techos, donde se va mucho
más cómodo y seguro; controlamos más de precios, aunque sabemos que siempre acabamos
pagando de más por todo; e incluso vamos aprendiendo algo de nepalí (nivel
sub-básico), aunque aquí todo el mundo tiene un nivel de inglés más que
aceptable.
El team sobre el bus, camino al Modi |
En los últimos días hemos
remado ríos ya más potentes. Primero el Madi Khola, un río sencillo de cuarto
pero bastante continuo, y después nos fuimos al Modi Khola, el que ha sido, sin
duda el río más potente y completo que hemos remado en Nepal hasta la fecha.
Este tuvo además mucho
componente de aventura que los anteriores, ya que queda bastante alejado de las rutas clásicas y
queda integrado dentro del Parque Nacional del Annapurna. Para llegar al río tuvimos
que coger primero un autobús y luego un Jeep, lo que nos llevó un día completo
hasta llegar a dormir a Landruk. Y el siguiente día aun tuvimos que portear los
kayaks un rato largo hasta el put in, cruzándonos en el camino con bastante gente que estaba
realizando el trekking del Annapurna.
Landruk, con el Annapurna al fondo |
Nacho cruzando uno de los puentes camino al Modi |
El Modi Khola es un río de
esos que una vez remado es probable que lo recuerdes toda tu vida, ya que el entorno
es impresionante, y es muy intenso y continuo. No es excesivamente difícil y casi todos
los rápidos se pueden hacer a vista, pero los rápidos se suceden sin descanso y
hay que estar siempre ojo avizor para no tener ningún susto.
De hecho nosotros sí que
tuvimos algún que otro susto y Asier en uno de los vuelcos terminó nadando y se dio un
fuerte golpe que le dejó el hombro bastante tocado. Aun así pudimos terminar el
río sin más incidentes.
Una vez de vuelta en Pokhara
nos hemos tomado el día de hoy para descansar y ver cómo evoluciona el hombro
de Asier y a ver si se recupera bien.
Por ahora parece que la cosa
va bien y que no era más que una fuerte contusión, por lo que mañana
marcharemos hacia el Marsyandi, otro río de clase IV+, ya que a Nacho le vendrá
bien remar un río más antes de ir al Humla.
Una vez volvamos de allí, en
unos tres días, ya tomaremos rumbo hacia Nepalgunj, donde intentaremos buscar
una avioneta que nos acerque a Simikot.
Ya veis que no comento mucho
sobre el país, pero es que la verdad es que miramos mucho hacia el río.
El país nos sigue
sorprendiendo, y me choca lo diferentes que es todo. Me alucina la falta de orden pero lo bien que viven en el caos; me
sorprende que aquí nadie tiene ocio y que dedican todo el día a trabajar,
aunque lo hacen con mucha calma; me flipa lo que tardan en servirte la comida
en los restaurantes, que una cerveza cuesta más que una habitación para un día,
que se pueda viajar de pie sobre el techo de un autobús, que las vacas coman
cartón y que los columpios seas más grandes que las casas.
Agur!
1 comentario:
Excelente Blog Mikel.
Muchas gracias
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