domingo, 25 de octubre de 2015

Madi y Modi. Dos buenos ríos al estilo nepalí

Otra vez más, estamos de vuelta en Pokhara, en nuestro particular campo base, donde aprovechamos para descansar y nos encontramos con todos los demás piragüistas para contarnos mutuamente las aventurillas de río.

Ya ha llegado Nacho, el cuarto integrante del equipo, y seguimos entrenando para el Humla, y la verdad es que poco a poco nos vamos sintiendo mucho más cómodos con todo.
Sabemos movernos mucho mejor en el transporte local y le vamos pillando el truco al país. Ya pasamos de viajar dentro de los autobuses y procuramos viajar en los techos, donde se va mucho más cómodo y seguro; controlamos más de precios, aunque sabemos que siempre acabamos pagando de más por todo; e incluso vamos aprendiendo algo de nepalí (nivel sub-básico), aunque aquí todo el mundo tiene un nivel de inglés más que aceptable.
El team sobre el bus, camino al Modi
En los últimos días hemos remado ríos ya más potentes. Primero el Madi Khola, un río sencillo de cuarto pero bastante continuo, y después nos fuimos al Modi Khola, el que ha sido, sin duda el río más potente y completo que hemos remado en Nepal hasta la fecha.
Este tuvo además mucho componente de aventura que los anteriores, ya que queda bastante alejado de las rutas clásicas y queda integrado dentro del Parque Nacional del Annapurna. Para llegar al río tuvimos que coger primero un autobús y luego un Jeep, lo que nos llevó un día completo hasta llegar a dormir a Landruk. Y el siguiente día aun tuvimos que portear los kayaks un rato largo hasta el put in, cruzándonos en el camino con bastante gente que estaba realizando el trekking del Annapurna.
Landruk, con el Annapurna al fondo
Nacho cruzando uno de los puentes camino al Modi
Una aldeana nos hace el baile de la buena suerte a nuestro paso.
El Modi Khola es un río de esos que una vez remado es probable que lo recuerdes toda tu vida, ya que el entorno es impresionante, y es muy intenso y continuo. No es excesivamente difícil y casi todos los rápidos se pueden hacer a vista, pero los rápidos se suceden sin descanso y hay que estar siempre ojo avizor para no tener ningún susto.

De hecho nosotros sí que tuvimos algún que otro susto y Asier en uno de los vuelcos terminó nadando y se dio un fuerte golpe que le dejó el hombro bastante tocado. Aun así pudimos terminar el río sin más incidentes.
Mino en uno de los primeros rápidos del río, con el Annapurna obervando a lo lejos
Una vez de vuelta en Pokhara nos hemos tomado el día de hoy para descansar y ver cómo evoluciona el hombro de Asier y a ver si se recupera bien.
Por ahora parece que la cosa va bien y que no era más que una fuerte contusión, por lo que mañana marcharemos hacia el Marsyandi, otro río de clase IV+, ya que a Nacho le vendrá bien remar un río más antes de ir al Humla.
Una vez volvamos de allí, en unos tres días, ya tomaremos rumbo hacia Nepalgunj, donde intentaremos buscar una avioneta que nos acerque a Simikot.

Ya veis que no comento mucho sobre el país, pero es que la verdad es que miramos mucho hacia el río.

El país nos sigue sorprendiendo, y me choca lo diferentes que es todo. Me alucina la falta de orden pero lo bien que viven en el caos; me sorprende que aquí nadie tiene ocio y que dedican todo el día a trabajar, aunque lo hacen con mucha calma; me flipa lo que tardan en servirte la comida en los restaurantes, que una cerveza cuesta más que una habitación para un día, que se pueda viajar de pie sobre el techo de un autobús, que las vacas coman cartón y que los columpios seas más grandes que las casas.

Agur!

1 comentario:

Grup de Kayak a Andorra dijo...

Excelente Blog Mikel.

Muchas gracias