A la gente no le suele gustar que no pare de llover en días y que todo se inunde. Es normal, si yo no me dedicara al piragüismo de aguas bravas tampoco me gustaría, y de hecho si no puedo ir a remar prefiero que el sol brille en el cielo.
Pero me dedico al kayak, y si en Euskadi llueve fuerte significa que el caudal de los ríos subirá en seguida, por lo que estos días no hay quien me quite la sonrisa de la boca. Esta es una de esas semanas de las que no suele haber muchas durante el año y hay que aprovecharlas al máximo. Todos los ríos van pasados e incluso algunos que nunca llevan agua ahora van a rebosar. Así que no hay que dejar pasar la oportunidad.
Para nosotros el río más divertido de la zona es el Leitzaran. Coge agua rápido y es un río que cuando va fuerte nada tiene que envidiar a lo que hay por el Pirineo, y además está cerca de casa. Es un río clásico ya para nosotros, pero del que nunca nos cansaremos. El viernes pasamos por allí y pudimos descenderlo por primera vez este año.
Aquí un pequeño vídeo de unos de los pasos dentro del cañón:
Pero cuando llueve tanto hay que aprovechar también para buscar cosas nuevas. Yo hacía tiempo que tenía mirado el tramo alto del río Oria. Había pasado alguna vez por allí, y aunque siempre iba seco imaginé que con más agua se tenía que poner potente. Y así es. El sábado nos acercamos por allí y pude hacer el primer descenso junto a mi amigo Jon Otamendi y el francés (doble campeón de la Copa del Mundo de kayak extremo) Eric Deguil. Comenzamos en Zegama y terminamos en Segura. 6km de fuerte y constante corriente con algún paso complicado y con una cascadita de 7 metros para disfrutar saltando. Una delicia.
Ayer, domingo, volví por allí junto con otros dos amigos para que conocieran el tramo. El caudal había bajado un poco y así el río pierde en intensidad, pero aun así pudimos disfrutar de lo lindo. Ya tenemos un nuevo tramo en la zona del que podremos disfrutar en días como estos.
Aquí un pequeño vídeo mío descendiendo el salto del Oria, haciendo un pequeño truco en el aire:
Además, el sábado, junto con Paulo Garikano descendimos el río Urumea. Nunca lo habíamos bajado con tanta agua y teníamos ganas de conocerlo. Comenzamos debajo de Pagoaga y terminamos en Donosti. Un recorrido de unos 16km que hicimos bastante rápido (en menos de dos horas) debido a que la corriente era muy fuerte. No tiene ninguna dificultad técnica, más que cuatro presas que tuvimos que sortear, dos caminando por la orilla y las otras dos en kayak. Pudimos ver cómo se inundan todos los márgenes del río a la altura de Hernani y Astigarraga e incluso pudimos remar en el campo de rugby de Hernani.
Un fin de semana divertido e intenso. Pero aquí sigue lloviendo, por lo que mientras haya agua seguiremos remando todo lo que podamos antes de que todo vuelva a la normalidad y tengamos que conformarnos con el mar o tengamos que emigrar a tierras lejanas. Es un buen entrenamiento para la expedición, y hay que aprovecharlo al máximo.
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