El de ayer fue un día de esos que
se debería borrar del calendario.
Viendo que los ríos en el Pirineo están
con buenos caudales, decidimos ir a remar por allí, en concreto, al Cinqueta
con Parra, Gerd, Aixás y Aniol. El finde prometía.
Yo salí con Otamendi desde Donosti y
entre despistes y que el GPS parecía elegir siempre el peor camino, tardamos
más de lo debido en llegar allí.
Cuando llegamos a Plan ya eran las 15.00 h y los catalanes ya se habían hartado de esperar y se fueron al río. Los vimos desde la orilla y quisimos unirnos al descenso a medio camino. Pero cuando nos fuimos a cambiar, me di cuenta de que, con las prisas, me había olvidado el chaleco en casa. Total que tras tantas horas de coche me quedé en la orilla mirando pasar las nubes, mientras los demás remaban.
Otamendi hizo 15 minutos de descenso
con ellos y se terminó el río. El día no estaba siendo muy provechoso que
digamos. Total, que cuando ellos ya habían descansado un poco y comido algo,
solté, por si las moscas, si a alguien le apetecía hacer otro descenso conmigo.
Los Serrasolses Brothers se animaron y
Otamendi también, así que en poco rato estábamos en el agua de nuevo. Parecía
que por fin íbamos a hacer algo decente en todo el día.
El descenso empezada en un tramo muy
suave, plagado de rocas que no permitían navegar bien. Un tramo de transición
para los saltos que venían después. Nos pusimos en fila india y tiramos para
abajo, calentando un poco. No más de 4 minutos después de empezar a remar,
paramos en una contra antes de un pequeño salto y, al mirar hacia arriba, vemos
que Otamendi se ha volcado y que, aunque puede tocar fondo, no consigue
esquimotear. Algo raro pasa, algo no va bien. Al final consigue darse la
vuelta, le pasamos la pala, pero no consigue agarrarla. Eso no era normal. Se
queda agarrado a una roca y es cuando Gerd se da cuenta de que se le ha salido
el hombro. Salió en su rescate y yo detrás. Entre los dos conseguimos sacarlo
de la piragua y llevarlo a la orilla. Allí intentó meterse el hombro con una
técnica que sabía Parra (que estaba justo en ese punto grabando desde la
orilla), pero no entraba. Sin pensarlo demasiado, decidimos montarlo en el
coche y llevarlo a un centro de salud para que se lo metieran.
El centro de salud más cercano estaba
a unos 40 minutos, en Lafortunada. Allí intentaron meterle el hombro, pero
parecía que la enfermera había conseguido el título de medicina en el tiro-pichón. No tenía ni idea de meter un hombro, y casi
le deja el hombro donde la muñeca. Qué desastre.
Y cuando ya la mujer sacó el libro de
la universidad para mirar otras técnicas para meter hombros, nos montamos de
nuevo en el coche y nos fuimos al hospital más cercano, que estaba en
Barbastro, como a hora y media de dónde estábamos. Allí le atendieron
rápidamente en urgencias y le metieron el hombro en un momento y según dijo él,
sin hacerle ningún daño. Por fin, unas tres horas y media después, tenía el
hombro de nuevo en su sitio.
Después, tras sacarle una radiografía,
y que el traumatólogo confirmara que todo estaba en su sitio, nos montamos en
el coche y nos volvimos a Donosti.
Un día triunfal, de esos que se
recuerdan en el tiempo, aunque sea de los que querrías borrar de la memoria en
el momento, y hacer como si nada hubiera pasado.
Me quedo con la fuerza con la que
afrontó todo Otamendi, que aguantó varias horas con el hombro fuera, casi sin
rechistar, pensando únicamente, como es normal, en todo lo que iba a perderse
en los próximos meses. Pero esperemos que no sea para tanto y que en no mucho
tiempo pueda estar de vuelta en el agua con nosotros. El tiempo lo dirá.
No quiero acabar esta crónica sin
agradecer a los colegas catalanes su ayuda; en especial a Parra por acercarnos
los botes hasta el hospital.
¡Ánimo Jon!
3 comentarios:
La foto de la "tortura china" es la pera!
Si el hombro se había salido, con esos tirones se lo pueden poner junto a la rodilla!
Tu colega lo tuvo que pasar mal de cojones, pero seguro que la chica también las pasó putas intentándolo
Sisisi, creo que esta semana se ha apuntado a un curso de trauma para aprender a meter hombros, o al menos saber dónde tiene que ir un hombro, que no se poco... ya le decíamos, que el hombro va al lado del cuello, pero nada ella insistía en tirar hacia los piés... jeje
Un saludo!
Sisisi, creo que esta semana se ha apuntado a un curso de trauma para aprender a meter hombros, o al menos saber dónde tiene que ir un hombro, que no se poco... ya le decíamos, que el hombro va al lado del cuello, pero nada ella insistía en tirar hacia los piés... jeje
Un saludo!
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