El invierno pasado tuvimos que esperar a Febrero para poder empezar a remar en casa, pero este año, estamos a comienzos de Noviembre y ya me he pasado por el Leizarán un par de veces. Pinta bien el asunto,
Me cuesta, y mucho, quedarme en casa en invierno mientras la gran mayoría de mis amigos kayakeros se escapan de aquí para seguir disfrutando de lo que más nos gusta. Todo Sudamérica, Nueva Zelanda, Nepal, India, Uganda, Zambia, Zimbabue... reciben ahora a una gran comunidad de kayakistas nómadas, que huye del frío y la nieve en busca de un clima más cómodo en el que seguir remando. Mientras, algunos nos quedamos aquí, siguiéndoles al otro lado de la pantalla.
Por eso para los que no tenemos la suerte de escaparnos es tan importante que llueva y poder desahogarnos. Es verdad que por suerte nosotros vivimos en uno de los pocos sitios en todo Europa en el que se puede seguir disfrutando del kayak en invierno. Toda la Cordillera Cantábrica, el Prepirineo, la Sierra de Gredos, Galicia o incluso Euskadi son lugares en los que si llueve hay buenos y potentes ríos para remar, pero eso, es importante que llueva.
Por eso cruzo los dedos para que lo que han predicho sea verdad y que este año, por fin, disfrutemos de un invierno lluvioso, y no tenga que conformarme con ver vídeos de lo que hacen los amigos en sus viajes mientras me muerdo las uñas en casa esperando a que llegue la primavera.
El clima es cada día menos predecible y puede que en dos semanas estemos saliendo de nuevo en chancletas a la calle. Y parece que esto irá a más ahora que el "aclamado" líder americano de cuyo nombre no quiero acordarme dice que esto del cambio climático es una chorrada inventada por los chinos... ¡Por los chinos! (vaya tela, vaya tela).
Pues eso, a vivir que son dos días.
Con Harri Sola, estrenando la temporada |
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