La primera semana en Noruega la
pasamos por Voss. Tras la competición de la Copa del Mundo en el Festival de
Ekstremsportveko aprovechamos unos pocos días más por la zona con más tranquilidad
y así poder remar algunos de los ríos y rápidos más atractivos del area.
Hemos estado junto con Paulo, Jon
(en el que es su primer viaje por estas tierras) y Eric Deguil, un crack amigo
del pirineo que no necesita presentación.
el team de trolls |
Nos hizo muy buen tiempo, algo
nada habitual en la zona, y aunque esto se agradece no es lo mejor para tener
los ríos en las mejores condiciones. Muchos de los mejores ríos de la zona
estaban bajos, pero aquellos que funcionan con agua de deshielo iban a tope.
Las cosas así pasamos la mayor parte de nuestros días entre los ríos Myrkdal y
Raundal, y pudimos remar rápidos como el Tunnel, Kittlebraker, Nosebraker,
Money Drop, Triple Combro... muchos de ellos, rápidos que aun me quedaban
pendientes, y que por fin los he podido correr.
vista desde el interior del Tunnel |
Jon clavando la línea en el Kittlebraker |
Money Drop |
Potente boof en el Nosebraker |
La línea de Eric en el Nosebraker |
Esperábamos que algún día llegara
la lluvia para que otros ríos funcionaran, pero no sucedió, por lo que no
tuvimos la suerte de poder remar el famoso Teigdal con su Double Drop, o el
Lake to Lake y varios de los otros tremendos ríos de la zona.
Una vez habiendo remado gran
parte de lo que Voss tenía que ofrecer decidimos emprender nuestro camino hacia
el norte. Así, de camino a Sjoa (nuestro destino final en el viaje), bajamos el
río Sogndal, un precioso río que iba con un buen caudal de agua, y que tiene el
Triple Combo como el rápido más característico.
Haciendo seguridad a Paulo |
Tras esta pequeña parada seguimos y llegamos a Otta. Allí teníamos la ilusión de remar el Tora
Bora, una sección con muchas cascadas y grandes rampas. Para nuestro disgusto en
este caso el río estaba muy crecido y era muy peligroso. Aun así, nos picó la
curiosidad y comenzamos a caminar, pensando que con ese caudal tenía que haber
algo más para remar más arriba. Y así fue.
Tras caminar durante una hora
larga vimos que teníamos una joya de río delante, un estrecho cañón, con
infinidad de rampas y saltos, y bastante volumen de agua. En definitiva, un río
espectacular, que no aparecía en la guía y del que nadie nos había hablado,
pero un río muy intenso de puro clase cinco, estaba ahí esperando a ser
descendido.
Pero este río se merece un post
aparte, por lo que en cuanto junte todas las fotos que sacamos y haga una
selección escribiré cómo fue el descenso de este nuevo tramo.
Ahora ya estamos en Sjoa,
acampados en frente del río que comparte el nombre con el pueblo. El río estaba
bajo ayer cuando llegamos, pero hoy ha estado lloviendo durante todo el día,
por lo que ahora mismo nos vamos para el agua, que hoy aun no hemos tenido
nuestra dosis diaria de kayak.
Lo prometido, pronto os pongo un
post sobre el río de Otta!
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