Upsala Kayak Experience

Mucha gente me pregunta qué hago en la Patagonia, a qué me dedico, no entienden que me haya venido tan lejos a remar en un lago, nosotros que somos hombres de río.

Pero no es que sea un lago cualquiera, es el más impresionante lago que jamás haya visto, el Lago Argentino, al este de la cordillera de los andes, de donde caen impresionantes glaciares que desprenden enormes témpanos (icebergs) que bañan todo el Lago Argentino.

Es ahí donde trabajo, junto a mi amigo Rai, gracias a la empresa Roc Roi, que me ha brindado la oportunidad de venir a este paraje único en el mundo, para hacer lo que más me gusta, remar sobre un kayak. La empresa para la que trabajo aquí es Viva Patagonia, una de las empresas de deportes y excursiones de aventura más potentes de todo Argentina, con unas excursiones impresionantes que estoy seguro los clientes nunca olvidarán.

Rai en acción

Nuestra actividad, el Upsala Kayak Experience, es de todo el día. Salimos a las 7 de la mañana en bus desde El Calafate dirección al Puerto de Punta Bandera, y desde allí navegamos unas tres horas por el Lago Argentino, rodeados de enormes montañas, cóndores, guanacos, vacas y caballos salvajes, y donde empezamos a ver os primeros témpanos. Tras recorrer todo el lago llegamos hasta el Canal Upsala, en frente del Glaciar Upsala, el tercer glaciar más grande de todo Sudamérica, y el que por unas características intrínsecas que lo diferencian de los demás glaciares desprende mucho más hielo que los otros.

Es ahí donde echamos los kayaks al agua, buscamos la zona con más témpanos del canal y nos adentramos en un lugar que es difícil de describir. Nuestra oficina. El hielo lo cubre todo al rededor, se puede oír cómo cruje, vemos cómo se rompe y cómo los témpanos se dan la vuelta, las montañas andinas nos rodean con sus laderas nevadas, los toros salvajes mugen marcando presencia, sabemos que los pumas nos observan, aunque nosotros no podamos verlos, y al fondo, siempre presente, acompañándonos desde la lejanía, tenemos el Glaciar Upsala, antes llamado Glaciar de los Gigantes, por los inmensos témpanos que se desprenden de él.

Es aquí donde trabajo y donde estaré hasta finales de abril. Así que si tenéis un rato libre por ahí ya sabéis dónde encontrarme.

¡Os espero por aquí!