martes, 20 de octubre de 2015

Namaste!

Aunque hasta la fecha no haya tenido demasiado tiempo para ponerme a escribir y rescatar fotos de las cámaras, hace ya una semana que estamos en Nepal.

El país me está sorprendiendo en todos los sentidos, y hasta ahora está resultando mucho más caótico y diferente de lo esperado.

Ahora mismo Nepal está sometida a un brutal bloqueo por parte de India por motivos políticos, por lo cual muchos productos de primera necesidad no están llegando al país, entre ellos, el que más nos afecta a nosotros, la gasolina, por lo que la gente tiene que hacer colas de hasta 3 días para poder llenar sus vehículos con algo de combustible a un precio desorbitado.
Paseando por Khatmandú
A esto hay que sumarle que es la época de "Happy Diwali", una fiesta religiosa hindú, comparable a nuestra navidad, en la que toda la gente se reúne en familia durante en torno a 10 días, por lo que todo el mundo está huyendo de las ciudades para acercarse a sus pueblos natales.

Eso hace que moverse por aquí sea tremendamente caótico y sobretodo, más costoso de lo habitual.

Los primeros días en el país los pasamos en Kathmandú, haciendo compras y aprendiendo a regatear con todos los comerciantes de la zona, y nos llevó más tiempo de lo esperado poder encontrar un autobús para poder salir de allí. Pero ahora ya estamos en Pokhara, donde hemos montado campo base en un pequeño Hostel.
Las vistas al "Pokhara Lake" desde el balcón de nuestro hostel
La idea ahora mismo es entrenar un poco en los ríos de la zona, ir haciendo salidas de unos pocos días para acostumbrarnos otra vez al formato de expedición e ir viendo exactamente qué llevar al Humbla Karnali, y de paso, cómo no, conocer los ríos de la zona.

Hace dos días volvimos de un pequeño viaje de tres días en la zona del Kali Gandaki, donde aprovechamos que había una pequeña expedición comercial que iba a hacer la parte baja de este río y nos sumamos al autobús. Una vez en la zona, cogimos dos autobuses más, donde viajando en condiciones infrahumanas en autobuses locales por pistas de montaña durante unas cuantas horas más, llegamos a un pueblo escondido en un pequeño valle camino al Dhaulagiri.
Foto de rigor en el comienzo del descenso del Myagdi Khola en Darban
Allí comenzamos nuestro descenso a través del Myardi Khola primero y el Kali Gandaki después. Dos ríos sencillos, de clase 3 con algún paso de cuarto, pero que permiten disfrutar de aguas bravas continuas durante mucho tiempo. Nos llevó dos días culminar el viaje, durmiendo en un precioso cañón en la mitad del río.
Mino frescatando a un niño perdido
Campamento en el Kali Gandaki
Hace un par de días regresamos de allí y ayer tuvimos un día tranquilo en el que a la tarde aprovechamos para ir a conocer el Upper Seti, un río cerca de Pokhara, también sencillo, pero bien divertido.

Ahora mismo estamos todos un poco resfriados y algo enfermos, así que nos tomaremos el día de hoy para descansar y mañana partiremos hacia el Madi Khola, un río ya algo más potente que nos llevará seguramente también en torno a dos días.

La verdad, es que el autobús local da pereza, porque a veces toca ir de pié en medio del bus durante unas cuantas horas, mientras la gente se deja caer encima tuyo en peso muerto, costando casi hasta respirar, muchos vomitan mareados y muchos suelen ir incluso encima del autobús, porque ya no queda más sitio adentro. Pero una vez llegas al río y a esos hermosos valles todo lo sufrido merece la pena.
Junto a Asier, sentados en el pasillo antes de que se fuera llenando
Seguramente en cuanto volvamos del Madi ya tendremos a Nacho por aquí, el cuarto integrante del grupo que viene un poco más tarde, y haremos un río más con él y partiremos después hacia el Humla.

Así que nada, a ver qué tal nos va estos días, ¡Que hay buena aventura por delante!

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