jueves, 27 de febrero de 2014

Ayúdanos con nuestra expedición!

Ha sido una pena, pero al final el proyecto de crowfunding que pusimos en marcha en la plataforma online Bedatsy no ha salido adelante debido a que no hemos conseguido llegar a la cantidad que se pedía en el mismo, lo que era requisito indispensable para poder cobrar el dinero.

Debido a eso hemos perdido todas las donaciones que vosotros tan solidariamente habíais aportado, lo que nos ha dado un gran disgusto, ya que nos era muy necesario para poder sacar nuestro proyecto adelante.

Es por ello que en los últimos días hemos estado pensando en cómo podíamos hacer para que vosotros pudierais seguir apoyándonos y así nosotros podamos seguir con la expedición con garantías.

Como no tenemos la lista de la gente que aportó a la causa no podemos mandaros un e-mail directamente a cada uno de vosotros, por lo que lo colgamos en el blog esperando que llegue al mayor número de personas posible.

La única solución que hemos visto ha sido el de poner un número de cuenta corriente a vuestra disposición para que podáis hacer una transferencia con el importe que creáis oportuno, y nosotros mantendremos las condiciones que teníamos estipuladas anteriormente.

nº de cuenta: 2100 1557 46 01 00273170 (LA CAIXA)
titular de la cuenta: Xabier Olano Olarra

Es importante que una vez realizado el pago nos hagáis llegar un e-mail a frikrikkayakteam@gmail.com con los siguientes datos:
    - Nombre y apellidos
    - Dirección
    - Teléfono 
    - Cantidad aportada (para así nosotros saber la recompensa que os tenemos que hacer llegar)

Aquí enumeramos las aportaciones que se pueden hacer y las recompensas que tiene cada una de las aportaciones:

Aportación de 5€
Recompensa: Agradecimiento personal por E-mail.

Aportación de 10€
Recompensa: Tu nombre figurará en los créditos de agradecimientos del vídeo de uno de los tramos y recibirás un e-mail de agradecimiento.

Aportación de 25€
Recompensa: Recibirás una camiseta de la expedición, con un diseño exclusivo, tu nombre figurará en los créditos de agradecimientos del vídeo de uno de los tramos y recibirás un e-mail de agradecimiento.


Aportación de 50€
Recompensa: Recibirás una copia del Documental de la expedición en DVD, con una camiseta de la expedición de regalo, tu nombre figurará en los créditos de agradecimientos del vídeo de uno de los tramos y recibirás un e-mail de agradecimiento.

Aportación de 120€
Recompensa: Podrás realizar, junto a un acompañante, un curso de kayak impartido por los expedicionarios, que se ajustará a los conocimientos de cada uno durante una mañana. Fechas a acordar entre los días 17-21 de abril en Argentina, y entre los fines de semana de Mayo y Junio en Euskadi.

Aportación de 250€
Recompensa: Daremos una charla personalizada sobre la experiencia de la expedición, mostrando imágenes de la misma y los pormenores de su preparación. Fecha y lugar a acordar.

Muchísimas gracias a todos por vuestro apoyo y ayuda, sin vosotros esto no sería posible, y lamentamos estar liándoos de esta manera. ¡Todo sea por una buena causa!

Si tenéis alguna duda al respecto, hacédnoslo saber.

martes, 25 de febrero de 2014

Todo el Bidasoa y hasta Donosti. Una buena prueba para la Patagonia

No hace falta irse muy lejos de casa para plantearse nuevos retos y desafíos. Cada rincón esconde tesoros ocultos y Euskadi no va a ser menos.

Con motivo de prepararnos para nuestra expedición de la Patagonia, que cada vez está más cerca, la semana pasada quisimos hacer un entrenamiento que nos pusiera un poco en situación de lo que será lo que allí haremos.

Para ellos nos plantamos el jueves por la mañana en Errazu, para comenzar un viaje en kayak que 90km después terminaría en Donosti.

La idea era comenzar bajo la cascada de Xorroxin, en pleno Baztán, que es nacedero oficial del río Bidasoa, pero el bajo caudal del río nos obligó a embarcar un poco más abajo, en el pueblo de Errazu, donde tampoco es que el caudal fuera para echar cohetes.

Pretendíamos comenzar temprano, pero la cosa se fue retrasando ya que nos costó mucho meter todos los bultos que necesitábamos llevar dentro del kayak. Como pretendíamos acampar en el camino para así realizar todo el trayecto en dos etapas, teníamos que cargar con las tiendas de campaña, cocina, comida, ropa... lo que complicaba bastante toda la logística. Queríamos hacer pruebas con todo el material que en principio llevaremos a la Patagonia, y menos mal que lo hicimos, ya que tenemos muy poca práctica en cargar los kayaks de trastos.


Una hora larga después de llegar a Errazu iniciamos el descenso. El comienzo fue lento por el poco agua y los muchos árboles que había cruzados en el río, pero poco a poco nos íbamos topando con afluentes hasta que a la altura de Elizondo el río se hizo apto para la navegación.

La corriente no empujaba mucho y nos encontramos con decenas de presas por el camino, lo que hizo que la navegación se nos hiciera muy pesada, y los 35kg que pesaba cada kayak tampoco ayudaban.

Al final, tras 8 duras horas de descenso, en las que recorrimos unos 55km, con la noche ya encima aterrizamos en el campo de slalom de San Miguel, donde montamos el campamento.
Allí terminaba la etapa de aguas bravas, y la mañana siguiente  nos montaríamos en kayaks de mar para dirigirnos hacia Donosti.

La noche fue amena, y no hubo más tocamientos de lo necesario en la tienda. La pasta al estilo Olano con rico queso fundido nos cargó de energías para la larga etapa que nos esperaba al siguiente día.

Es mucho más fácil cargar las cosas en los kayaks de mar, ya que están preparados con habitáculos para ello, por lo que esta vez no tardamos demasiado en entrar al agua.
Comenzamos rápido la segunda etapa, estos kayaks largos corren mucho y la verdad es que empezamos a devorar kilómetros con mucha fluidez. Pero la cosa se iba a torcer, y de qué manera...

Una vez empezamos a salir de la bahía de Txingudi, nos empezamos a dar cuenta de que no era el mejor día para navegar por el mar, y menos en la dirección en la que íbamos nosotros. Aunque el windguru marcaba olas de unos tres metros y un viento sur, el viento resultó entrar casi siempre de suroeste, teniéndolo siempre de frente con rachas de hasta 100km/h. Mortal.
Lo que en un principio se suponía una tranquila travesía de 38km, que pensábamos realizar en unas 4-5horas, terminó siendo una agónica y agotadora lucha contra viento y marea que se alargó, otra vez, hasta las 8 horas.  

Aparecimos una vez más casi de noche en Donosti, agotados pero muy satisfechos del trabajo realizado. Entrar en la Bahía de La Concha, anocheciendo, con un espectacular cielo rojizo y Donosti encendiendo sus farolas, fue un placer que pocas veces hemos podido disfrutar antes de esta manera, aunque hayamos crecido remando en esa bahía. Hemos visto ese paisaje muchas veces, pero cuando entras en la Bahía tan agotado, lo valoras y disfrutas mucho más.

Fue, sin duda, un buen entrenamiento para lo que nos espera en el hemisferio sur. Sufrimos, pero la distancia fue bastante mayor a la que tendremos que recorrer en cada etapa durante la expedición, y las condiciones tampoco ayudaron. Pero mejor así, porque sabemos que allí tocará sufrir, y cosas como éstas nos hacen más fuertes.

Nos quedan dos semanas escasas antes de que nos vayamos y ya nos está entrando el ansia. Queda poco, pero creo que estamos bien preparados, o eso espero... ¡El tiempo lo dirá!



jueves, 6 de febrero de 2014

Persecución por el Urumea



En el día de ayer viví uno de los episodios más lamentables de mi vida deportiva. Y cómo no, la policía no andaba muy lejos.

Os pongo en situación: olas de 6-7m de altura, un periodo de hasta 20 y una marea alta a 3.7m. Son condiciones que, en principio, parecen excepcionales para poder entrar a surfear en uno de los spots en el que los piragüistas más disfrutamos, el río Urumea. Es un lugar en el que llevamos muchos años surfeando, en el que hemos cogido muchas olas, pero en el que pocas veces las condiciones son tan buenas como esta vez. Ayer era uno de esos días de los que hay uno o dos en todo el año, y eso si hay suerte. Había que aprovecharlo.

Aquí os dejo un vídeo que grabé hace un par de años surfeando esta misma ola, aunque ayer las olas eran bastante más grandes:


Aunque la marea alta era a las 20:45 nosotros, Aitor Goikoetxea y yo, entramos al agua casi dos horas antes, para aprovechar mientras la marea iba subiendo y las olas entraban con más fuerza. Entramos desde Loiola, por la comodidad de tener un embarcadero, y nos acercamos remando, para calentar, hasta la altura del segundo puente, puente de Santa Catalina.

Había bastantes surfistas, pero casi todos después del tercer puente, ya que en esa zona el río estaba menos revuelto y las olas eran más limpias. Nosotros seguimos hasta el segundo puente, porque con los kayaks nos movemos más rápido y ese tramo se pone perfecto para nosotros, además así no tenemos surfistas que esquivar. A las olas les costó empezar a entrar en condiciones, pero con la marea casi arriba empezaron a llegar muy buenas series. Buenas olas, cuya pared podía llegar a sobrepasar los dos metros de altura y con un rápido y fluido escape de derechas. Fue espectacular, creo que las mejores olas que he cogido jamás en esa zona.

Pero todo se torció de repente. Mientras disfrutábamos como enanos y cogíamos una ola tras otra, casi sin parar, aparecieron dos furgones y un coche de patrullas de la Ertzaintza por un lado, y los municipales por otro. Encendieron las luces y sirenas, nos empezaron a pitar con chiflos, nos enfocaban con sus linternas, y nos gritaban como posesos. No entendíamos nada. Nos acercamos a ellos y nos dijeron que saliéramos inmediatamente de allí, que ahí no podíamos estar, que saliéramos. Nosotros alucinábamos, no entendíamos nada, y no hacían más que repetir eso, que saliéramos de ahí, que estaba prohibido estar en el agua. Yo no daba crédito.

Habíamos entrado al agua en Loiola y emprendimos el regreso hacia allí. Estaba claro que allí donde la policía pretendía no podíamos salir, ya que las olas rompían en las rampas y en las escaleras, y resultaba peligroso para nosotros bajarnos ahí. Pero parece que los ertzainas no entienden eso, daba igual que nos estuviéramos yendo de ahí, estábamos saliendo de "la zona de peligro" y nos perseguían por la orilla, ordenándonos que saliéramos, gritando como locos, y pitándonos constantemente. La gente que estaba en el paseo intuyo que no se lo podía ni creer. Nosotros les repetíamos que ahí no podíamos bajar, y que ya nos íbamos, pero no parecía importarles.

Quizás estoy magnificando la situación, pero eso parecía una persecución en toda regla, una situación de lo más ridícula, otra actuación estelar de la policía. Pues nos fueron siguiendo de puente en puente, hasta que al final les dije que fueran al embarcadero de Urki si querían y que allí podríamos hablar.

Lo lógico es que una vez nos hubiéramos alejado de "la zona prohibida" nos dejaran en paz, pero no fue así. Llegamos a Urki y ahí estaban los ertzainas esperándonos. Les preguntamos a ver qué pasaba, que por qué no podíamos estar ahí. Que llevábamos años esperando a aquellas olas y que para una vez que llegan nos sacan a patadas, y además con semejante espectáculo. Bueno, o eso intentamos decirles, porque no había manera. Uno de ellos estaba fuera de sí, nos gritaba como si fuéramos delincuentes y acabáramos de apuñalar a alguien, que ahí no podíamos estar, que había alerta naranja y que está prohibido entrar al mar (nosotros estábamos en el río), que a ver por qué no habíamos salido cuando nos habían ordenado que saliéramos, que a ver qué nos creíamos... vamos, no me lo podía creer.

Al final nos pidieron que nos identificáramos, comprobaron todos los datos y nos dijeron que nos iba a llegar una multa del servicio de emergencias por saltarnos la Alerta Naranja.

La multa espero que no llegue, porque sería absurda. Espero que sea algo disuasorio y nada más. Pero no entiendo la prohibición en sí, y menos aun la labor de la ertzaintza y los municipales en todo esto. Digo yo que con Alerta Naranja tendrán algo mejor que hacer que tener a más de diez policías persiguiendo al más puro estilo hollywoodiense a dos piragüistas que lo único que hacían era disfrutar de su deporte en un día ideal para ello.

A posteriori he sabido que también sacaron a varios surfistas y, al parecer, también los sancionaron. Algo que aun no me entra en la cabeza.

Somos deportistas, nos dedicamos a ello, y vivimos por y para estos días. La situación puede ser peligrosa, y lo asumimos, y es nuestra decisión estar ahí. No molestamos a nadie, no hacemos ningún daño.

¿Tendría sentido que en los ríos de aguas bravas nos prohibieran remar cuando se supere un caudal porque la corriente empuja demasiado fuerte y resulta demasiado peligroso?¿Se le puede prohibir a un escalador que suba por una vía de extrema dificultad porque es demasiado peligroso?¿Se les dice a los surfistas de olas grandes que no entren al agua en los días que hay alerta? ¿Se le prohíbe a un esquiador descender montañas que otros casi ni siquiera nos atrevemos a mirar? Allá cada cual con sus decisiones.

Me da pena que para algo bueno que tenemos en casa, algo de lo que hemos disfrutado durante tantos años, algo que podemos disfrutar sin tener que irnos lejos, ahora nos lo prohíban. ¿Por qué? Porque a algunos les parece demasiado peligroso.

No sé... entiendo que se tenga miedo a la masificación, entiendo que se tenga miedo a los accidentes, pero entiendo también que no todo se soluciona prohibiendo y sancionando. Cada uno es dueño de sus decisiones, y cada uno sabe dónde puede estar y dónde no. Creo que la labor de los policías y emergencias debería de ser vigilar y socorrer en caso de que pase algo, y no la de montar espectáculos como el de ayer.

Hay que buscar una solución para esto, porque esto no se puede quedar así. Vendrán más temporales como este, entrarán más olas como las de ayer, y lo que tengo claro es que no nos quedaremos en casa.

Es hora de ponerse serios.